En el marco del proyecto Teatro Itinerante, Sebastopol fue representada en el teatro abandonado de la oficina Humberstone en 1999. Un proyecto de la Fundación Andes lleva al autor a un recorrido por las oficinas salitreras del Norte de Chile, pueblos obreros abandonados después del fin del auge del salitre, 1880-1918 en medio del desierto de Atacama. Sebastopol es uno de estos asentamientos.
En el desierto de Atacama a comienzos de siglo coexisten la utopía y los movimientos obreros: Las utopías empresariales descontextualizadas y en medio de la nada adquieren caracteres sui generis. El personaje Cristina en visita a las oficinas cae a un pique que la transporta al pasado y es recogida por Humber, el dueño de la oficina Sebastopol. Y vive junto a ellos el auge y caída de estas ciudades míticas con sus propias monedas y leyes.