La trama se desarrolla en un espacio infinito rodeado de largas y angostas peceras, cada una ocupada por un salmón. Esteban, busca venganza en un entorno en el que ya no pertenece como protagonista, atrapado en un mundo donde los personajes de su vida cotidiana lo abruman. Esteban, socialista y preso político, se encarga de forma avasalladora; en un espacio infinito y penumbras de laberinto que es su mente tras ser encarcelado en la época de dictadura, en donde no se le dio la oportunidad de ser llevado a un juicio previo que juzgase los supuestos actos delictivos que había cometido.
La historia se entrelaza con elementos de suspenso y reflexión sobre la condición humana, llevando al espectador a cuestionar la percepción de la realidad. Una historia de la que pocos hablan excepto Esteban, quien durante el relato cuenta sus escritos, entre ellos los de un asesino caníbal.