Rosicler, quien siempre anhelo con ser una bailarina se vio estancada por una lesión que no le permitió volver a bailar nunca más lo que le provoca una gran frustración al ser catalogada por los médicos como irreparable. Aun así, cree que con un buen médico sanaría, pero Mario su marido o más bien su acompañante intenta hacerla recapacitar.
Lo cual causa una profunda decepción a Rosicler donde cuenta con discapacidad física para hacer lo que a ella más le motiva y quizás lo que mejor sabe hacer, no podrá ser feliz, sintiéndose limitada y frustrada por ella misma gracias a su cuerpo.