Un departamento encantado. Tres presencias atrapadas. Una verdad que intenta emerger desde el olvido.
En una sala silenciosa de Buenos Aires, tres almas dialogan como si el tiempo no tuviera sentido. Rolo, Ulises y Caito —nombres prestados o heredados, destinos marcados por accidentes o injusticias— comparten no solo el espacio físico de un departamento viejo, sino también un conjunto de reglas absurdas y entrañables que rigen su existencia en el más allá.
Con humor negro, ternura inesperada y una poderosa carga política, “Los Cucos” pone en escena lo que no se dice: los vestigios del terrorismo de Estado, los desaparecidos, y aquellos que fueron olvidados por error. Pero también muestra cómo la memoria puede transformarse en un puente de redención, y cómo los muertos —como los vivos— buscan justicia, comprensión, y a veces… una segunda oportunidad.
El texto alterna entre la comedia cotidiana de tres espíritus que leen libros, discuten sobre cortinas de baño y entrenan ratas, con profundas reflexiones sobre la identidad, el miedo, el amor y el paso del tiempo. Un texto imprescindible para teatristas que deseen una obra cargada de sentido político y emocional, con personajes entrañables, diálogos chispeantes y una atmósfera única que mezcla lo fantástico con lo real.
