El pasado 27 de agosto falleció el exdirector de la Escuela de Teatro UC, Juan Aguilera López (1943-2021), quien fue miembro de nuestra comunidad por más de 40 años. Amante de las tablas, Aguilera fue un docente entrañable, que marcó la formación de varias generaciones de artistas.
Juan Aguilera, fotografía de Ramón López.
Con profunda tristeza comunicamos el sensible fallecimiento de nuestro exacadémico Juan Aguilera López, figura importante en la historia de la Escuela de Teatro UC. Comenzó como secretario académico del innovador proyecto pedagógico de la Escuela de Artes de la Comunicación (EAC); más tarde, fue pieza fundamental en la refundación de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica en 1978, en la cual trabajó durante casi cuarenta años, como secretario académico, como subdirector, y finalmente como director de la unidad entre los años 2002 y 2004. Como académico formó en la Crítica, en la Investigación y en la Historia de las Artes Escénicas a cientos de estudiantes.
Quisiera agradecer el importante legado de Juan en la construcción identitaria de nuestra escuela. Por ello, todos quienes tuvimos el honor y el placer de trabajar con él en la escuela no quedamos ajenos a los efectos de su partida, reconoce Mario Costa, director de la Escuela de Teatro UC.
Quienes trabajaron junto al profesor Aguilera lo recuerdan como un hombre sereno, cálido y de una sabiduría excepcional. “Juanito, como le decíamos con cariño y respeto, era una persona entrañable, cariñoso, profundo, buen conversador, sensible”, recuerda su compañera de labores, la dramaturga y académica Escuela de Teatro UC, Inés Margarita Stranger.
Stranger describe a Aguilera como un “amante del teatro clásico y de los grandes temas, recitaba poemas y monólogos teatrales. Era una persona tan gentil. No competía, no quería demostrar nada. Su enseñanza era su amor por lo esencial de la vida, amar, ser amado, ser austero y consecuente”.
Por su parte, María de la Luz Hurtado, investigadora teatral y docente de la Escuela de Teatro UC, reconoce en la figura del profesor Aguilera, a “una persona con una afectividad, compromiso y amistad muy poderosa. Él fue durante décadas un artífice fundamental de las cambiantes eras de lo que hoy es la Escuela de Teatro”.
Como Escuela de Teatro UC dirigimos nuestros pensamientos hacia sus familiares y cercanos, especialmente a su esposa Pilar y a su hija Florencia, quien trabajó durante varios años en nuestro Teatro UC.
A continuación, miembros de nuestra comunidad lo recuerdan y dedican algunas palabras de reconocimiento.
“Hago un testimonio con mucho pesar por la partida de nuestro querido Juan Aguilera, una persona con una afectividad, compromiso y amistad muy poderosa. Él fue durante décadas un artífice fundamental de las cambiantes eras de lo que hoy es la Escuela de Teatro.
Juan era abogado y esa cualidad fue un aporte potente en sus cargos de secretario académico porque él era quién organizaba. Sabemos que una Escuela de Teatro tiene muchas aristas y que su incorporación a la compleja trama administrativa de la Universidad siempre ha sido difícil y él fue ese mediador, ayudando a elaborar los reglamentos, las comisiones de trabajo, las actas, estimulando y acompañando a las personas que a veces no se integraban tan fácilmente a nuevas modalidades con cariño y afecto. Y en ese acompañamiento, tal como me ocurrió a mi, vino el enamoramiento con el teatro, porque no se puede estar cerca del teatro si enamorarse de él.
En estos momentos uno puede ver a la persona completa y lo que me gustaba de Juan era su libertad. Esa libertad de buscar momentos gratos en los cuales compartía con otros, él era un gozador de la vida, de la buena conversa, Juan era de esas personas que nos deja una sensación amorosa muy grande, siendo que su contribución fue muy estricta, porque hacer un reglamento es de una minuciosidad compleja. Y que lo hacia una persona que entre sus múltiples facetas tenía estas dos caras que lo hacían muy querible.”
María de la Luz Hurtado, investigadora y académica Escuela de Teatro UC.
“Tuve una relación muy larga con Juan Aguilera, fue la primera persona que conocí cuando llegué a la Escuela de Teatro. Yo venía de región, estaba con mi papá dando las pruebas de admisión y como Juan era abogado igual que mi papá, él tuvo la brillante idea -que nunca le perdoné- de dejarme “encargada”. Le dijo a Edith Velásquez y a Juanito Aguilera que les encargaba esta hija que se venía a la capital a estudiar Teatro. Yo después lo miraba con mucha vergüenza en los patios porque, claro, era el señor que tenía que cuidarme en la ciudad.
Luego fue mi profesor y gracias a él descubrí la maravilla de la edad media, del renacimiento y del barroco. Me fascinaban sus clases porque me abrieron una perspectiva, un mundo nuevo, algo que no sabía que podía ser tan alucinante; me dejó tan interesada ese periodo histórico que le pedí ser su ayudante y lo fui durante muchos años. Después vino otra etapa, cuando Juan fue director de la Escuela, yo ya era profesora y me invitó a ser secretaria académica y subdirectora.
Tengo una tristeza grande por su pronta partida, sólo espero que esté en un lugar cómodo y feliz y lo reciban tantos otros que han partido. Juan fue muy importante en la historia de la Escuela, era un enamorado del Teatro y su pasión por la docencia significó muchísimo en mi historia personal, en mi trayectoria y en mi vida en la Escuela de Teatro.”
Macarena Baeza, directora teatral y académica Escuela de Teatro UC.
“Trabajar con Juan era una experiencia gratificante, tanto por el extenso conocimiento que él tenía como por su gentileza y su incesante búsqueda por aprender de cada cosa que observaba. De él aprendí que el trabajo con las y los estudiantes debe abordarse desde la mesura, la escucha y el dejarse sorprender por cada idea que puedan tener. Para Juan el teatro era el espacio de la crítica social y política por excelencia”.
Luis Caviedes, docente y coordinador de asuntos estudiantiles, Escuela de Teatro UC.