Como el resto de los dramas de Chéjov, La gaviota depende de un bien formado elenco de diferentes y bien desarrollados personajes. Los personajes tienden a hablar en circunloquios alrededor de un tema, en lugar de discutirlo expresamente, un concepto conocido como “Subtexto“.
En una casa junto a un lago, surge un conflicto romántico y artístico que involucra a la actriz Irina Arkadina, la ingenua Nina Zarechnaya, el famoso escritor Boris Trigorin, amante de Irina, y al dramaturgo Konstantin Treplyov.
La noche de estreno de la producción en el estatal Teatro Aleksandrinski de San Petersburgo fue un famoso fracaso. Cuando Konstantín Stanislavski la dirigió en una posterior producción para el Teatro de Arte de Moscú, la obra triunfó.
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