Por: Rubí Sánchez (@rubynyu)
El de David Lynch ha sido un camino sinuoso, como su estilo mismo. Comenzó su carrera artística con la pintura, pero en algún punto se preguntó qué pasaría si su obra tuviera movimiento, lo cual lo llevó a jugar con la cámara y descubrir las grandes posibilidades que el cine le otorgaba. Sus primeros trabajos fueron cortometrajes muy breves, en los que experimentaba con todos los aspectos del cine, rasgo que ha perdurado al ser un asiduo de involucrarse en varios departamentos.
A continuación cinco cortometrajes que son clara muestra de sus motivaciones y deseos artísticos.
The Grandmother (1970.)
Un cuento de hadas atravesado por la estética en ciernes de un joven artista. Después de varios cortometrajes de apenas tres minutos de duración y de The Alphabet (1968.), una muestra tortuosa de lo que es aprender el abecedario, con el dinero que le otorga el American Film Institute, Lynch creó The grandmother. La historia sigue a un niño, cuyos padres no son los más amorosos, que moja la cama al sufrir pesadillas. Nuestro protagonista sólo encuentra consuelo cuando siembra una extraña semilla y de esta planta nace una abuela, quien le da el cariño que le faltaba.
Esta producción ya presagiaba en buena parte la estética de su primer largometraje, Eraserhead (1977). Lo oscuro de la trama es bien representado con escenarios tétricos y angulosos, la música es estridente y constante. Es un buen vistazo a sus obsesiones iniciales e ideas alrededor del cine.
https://youtu.be/iWmNGHe_O9U
Darkened Room (2002.)
Después de trabajar sucesivamente en largometrajes y televisión, Lynch ya había cimentado un estilo, en el que lo onírico y lo extraño se conjuntan en luchas del bien y el mal.
Al dedicarse de lleno a su pagina web, el primer proyecto que publicó fue Darkened Room, grabado en formato digital. En el corto de ocho minutos vivimos la desesperación de dos mujeres separadas, una de ella clama por su amiga encerrada en una habitación, al mismo tiempo que nos habla de la exportación de plátanos. En la siguiente escena conocemos a su amiga y al cuarto oscuro, sitio del que parece no poder escapar, por lo que llora con desesperación.
Lynch se aleja de la estética definida en sus trabajos anteriores, pero angustiante al máximo, lo terrorífico sin necesidad de ser sobrenatural. En este título se acerca más a Inland Empire (2006.) grabada 4 años más tarde, también es una muestra del alejamiento de su trabajo plástico.
Alejado de los largometrajes, Lynch continuó trabajando en el cine por medio de piezas a veces de apenas un minuto, en las que experimentaba con el sonido (Industrial Soundscape 2008.), la luz (Steps 2007.) y el montaje plástico (Bug Crawls 2007). De esta época es Absurda, planeado para la premiere del Festival Internacional de Cine de Cannes.
Un grupo de personas en una sala de cine. La mujer se da cuenta que una de sus pesadillas se proyecta en la pantalla. Ella la protagoniza junto a unas tijeras gigantes. Al mismo tiempo vemos escenas del también cortometraje Ballerina (2007) que muestra a una bailarina de ballet flotando de manera etérea entre neblina, mientras la cámara se aleja y acerca al ritmo de una música. Como su nombre lo presenta, se trata de un viaje absurdo, en el que el sonido sigue cobrando gran importancia, así como la creación de atmósferas anormales; el papel de la bailarina sobresale gracias al uso del color y su manera de enunciar sus movimientos entre un escenario que no existe.
Lady Blue Shanghai (2010.)
Con apenas dos restricciones, mostrar el bolso Dior y elementos de la ciudad antigua de Shanghái, Lynch filmó el cortometraje que acompañó a la campaña comercial Lady Blue de Dior, con el trabajo musical de Dean Hurley y Nathaniel Shilkre, mientras que en el lado actoral vemos a Marion Cotillard.
La historia sigue a una mujer sin nombre, quien al llegar a su cuarto de hotel en Shanghai es sorprendida por la aparición de un bolso azul, mismo que posee un aura que la atemoriza. Poco a poco se nos desvelan sus recuerdos, que nos llevan de viaje entre la Shanghái antigua y la moderna, en los que conocemos una breve historia de amor y la importancia del bolso y una rosa azul.
Alejado del mundo de los sueños y las pesadillas, nos sumergimos en la ciudad de Shanghai donde los colores estridentes predominan, las luces son flashs que ciegan a la protagonista y al espectador. Parece alejarse del estilo de Lynch pero sus claves están ahí; desde el misticismo que surge de un objeto y el juego con la psique dañada de su protagonista, la música que crea un ambiente eléctrico. Es un cortometraje hipnótico.
AI Touch a Red Button (2011.)
Tres años antes de regresar a Twin Peaks, Lynch se acercó su trabajo al mundo musical. Participó en el documental de Duran Duran (2014) y en un videoclip para Nine Inch Nails; tamién fue el encargado del cortometraje animado I Touch a Red Button, para la canción Lights de la banda Interpol, pensado no como videoclip, si no como acompañamiento audiovisual.
AI Touch a Red Button,de cinco minutos de duración, nos muestra a un personaje detrás de una máscara sonriente, quien persigue un botón rojo, el cual se empeña en presionar. En momentos la escena se llena de miles de bolas rojas que ahogan a nuestro personaje.
A pesar de ser un trabajo por encargo, vemos cómo David Lynch vuelve a sus inicios a través de lo plástico que resulta ser la animación. El ritmo es frenético, mientras que usa el blanco y negro como síntoma de lo anormal, en contraste con el color rojo vibrante que acapara toda la atención. Es un trabajo preciso y que deja ver como a manera de un botón Lynch a dejado desbordar sus ideas en el cine.