Por Galia Bogolasky
Brujería es una historia de suspenso, una fábula sobrenatural basada en hechos reales ocurridos en la Isla de Chiloé. Una historia sobre la Recta Provincia jamás contada, hasta ahora.
Estrenada con elogios en el prestigioso festival de Sundance, la nueva película de Christopher Murray transcurre en la Isla de Chiloé, en 1880. Su protagonista es Rosa Raín (Valentina Véliz), es una niña huilliche que, tras el asesinato de su padre, llega buscando justicia donde Mateo (Daniel Antivilo), líder de una misteriosa organización de brujos llamada “La Recta Provincia”.
Esto fue lo que cineasta chileno nos contó sobre su último estreno.
¿Cómo fue el proceso de investigación, para llegar a contar la historia de Brujería?
El proceso comenzó con mi encuentro con el caso real que inspira la película, al cual llegué a partir de historias que contaba mi abuela, que es chilota, pero cuando encontré el caso real me di cuenta de que había una historia que tenía que ser contada. No tenía del todo claro desde qué perspectiva, y por eso fue muy necesario, más allá de los documentos judiciales, hacer un trabajo de territorio. Es decir, un trabajo de terreno e ir al lugar y, de cierta manera, tratar de entender desde la Isla cómo se leía este caso y también la idea de brujería, que uno siempre escucha a partir desde el colegio, de mitos y leyendas de Chiloé, pero en el fondo yo intuía que había algo más profundo que algo puramente folclórico. Por eso fui para allá y fue muy interesante, efectivamente, ver el detrás de la brujería como práctica, como parte de la historia de Chiloé y cómo sucedió el juicio. Había una lectura súper política respecto a la brujería como forma de resistencia territorial, cultural. Eso me pareció muy fascinante. Fueron alrededor de 3 años de trabajar en terreno generando vínculos, relaciones, recorriendo la Isla, recogiendo historias, participando. Parte de la investigación de la película fue una tesis de magíster de unos estudios de antropología que yo estaba realizando en Manchester, Inglaterra. Así que fue una investigación encausada desde el lado académico, y que después fue sustentando la escritura del guion y todo. Fue un proceso bien interesante de trabajo con ánimo etnográfico.
Cuéntame sobre la influencia que tienen estos estudios de antropología, con tu experiencia cinematográfica, ¿Cómo fuiste incorporando todos estos elementos antropológicos que estabas estudiando para finalmente conectarlo con tu película?
A partir de todo lo que he ido trabajando desde que empecé a hacer cine, luego de salir de los estudios y empecé a realizar, siempre había una conexión bien fuerte con problemáticas situadas en territorios, comunidades, y había algo ahí de tratar de sumergirse en los espacios y tratar de entender dinámicas, de manera bien intuitiva, quizás como una suerte de deuda pendiente, también, con el ánimo de haber estudiado una carrera más ligada a la antropología. Yo creo que en el momento en el que yo fui a estudiar, fue como una manera de sistematizar esas metodologías, encontrar nuevas metodologías, experimentar, y también darles una sustancia más teórica a esas aproximaciones cinematográficas, tanto como nutrirlos de conceptos, de prácticas. Creo que eso también para este proyecto fue interesante, permitió darle una densidad a ese proceso de investigación, que, al momento de escribir el guion, junto a Pablo Paredes, surgió de manera muy natural el guion. Todo surgía sin necesidad. Creo que fluía, ya que nació de un proceso muy fluido, y creo que eso hizo que tanto el proceso de escritura como de rodaje y el encuentro de la gente con la película, fuera bastante fluido.
Cuéntame sobre el origen de la historia. Se centra en 1880 en la Recta Provincia y el tema de la colonización de los alemanes y cómo se va generando en este caso. La historia se centra en una niña a quién le matan su padre, y ella quiere buscar justicia y lo busca a través de este proceso de brujería. ¿Cómo fuiste elaborando esta historia de Rosa, a través de todo lo que conlleva la Recta Provincia?
La Recta Provincia como organización, institución, es muy particular del territorio chilote, es algo que es difícil de encontrar en otro lugar que combina también el mismo proceso sincrético que es muy propio de Chiloé, en los cruces culturales que se han dado en la historia de esta isla. Entonces, es una institución muy única, misteriosa, potente políticamente, como una organización de resistencia a partir de la brujería. Efectivamente fue una inspiración muy potente para encontrar la historia. En un principio, la historia estaba contada desde la figura del rey, que era la figura de Mateo. Había un punto de vista más bien, de este rey preso, en contexto del juicio, y había un personaje secundario, que era el personaje de Rosa, que era un personaje que, de cierta manera, venía a visitarlo y a pedirle justicia, como si fuera un personaje más de la Isla, para ver las dinámicas del rey. Fue bien interesante ver que, a partir de la escritura de la película, como los guiones son algo muy vivo, lentamente ella fue tomándose la película, porque justamente la búsqueda de justicia en este personaje joven, abriéndose al mundo también, adquiría un sentido bien profundo y, sobre todo, una búsqueda de justicia desde alguien que está viviendo en un estado de naufragio, un estado de pérdida cultural. Sobre todo, por ser una niña que trabajaba en una colonia de alemanes. Había algo ahí interesante que fue tomándose la película, hasta que en un momento determinado tomamos la decisión de que ella fuera el punto de vista. Yo quería que la película fuera, en cierto sentido, un viaje de transformación, un viaje iniciativo, que la película entera fuera una suerte de ritual brujo. Entonces, la búsqueda de construir este ritual cinematográfico brujo para el personaje tenía mucho sentido contarlo desde ella, y ser testigo de su cambio de piel, cómo va cambiando de piel a lo largo de la película, cómo va traspasando mundos a lo largo de la película, cómo va dejando cosas atrás y va adquiriendo nuevas a lo largo de la película. Eso me hacía mucho sentido con la misma práctica de la brujería. Uno de los aspectos muy interesantes de la brujería chilota tiene que ver con la transfiguración de cuerpos, la capacidad de convertirse en cuerpos distintos, animales, por ejemplo. La idea de la transformación está muy presente en la brujería, por lo tanto, también tenía sentido que fuera un viaje de transformación para el personaje.
¿Cómo fue el casting? ¿Cómo llegaron a Valentina Veliz, la protagonista? La idea era que fuera una actriz natural o alguien que no tuviera mucha experiencia. ¿Cómo fue ese proceso de búsqueda para tener a la protagonista?
Sí, yo estaba muy interesado en que la persona que protagonizara a Rosa fuera alguien que tuviera un vínculo territorial con el relato, ya sea en Chiloé o alrededor. Y que también la historia le hiciera sentido personalmente. Para mí eso era muy relevante para poder nutrir al personaje, poder encontrar a alguien que le hiciera sentido encarnar a Rosa. Hicimos un proceso muy grande de casting en el sur, en Chiloé y alrededores. En un momento llegó al casting Valentina, alguien que no tenía experiencia actoral, pero sí tenía un magnetismo y algo muy único en su mirada, en su corporalidad, en su gestualidad, cadencia, que inmediatamente me llamó la atención. Ella había mandado este video en un contexto más bien de ser un personaje como extra de la película, con los ánimos de participar. Inmediatamente intuí que había algo más y ahí viajé desde Chiloé a Llanquihue a hacerle un casting en su casa, con su familia, que estaba en el living. Fuimos con equipos a probar. Fue impresionante su relación con la cámara, su magnetismo con el lente y, sobre todo, había algo de su historia personal, la historia de sus propias raíces, la propia historia de su familia, que razonaba muy fuerte con la historia de Rosa. Entonces, para ella fue una sincronía bonita, y yo creo que eso le dio mucha fuerza al personaje, donde ella ayudó mucho a construirlo, porque para mí era muy importante, para poder construir un personaje como de una niña de 13 años, basarme mucho en la propia experiencia de ella.
Hay un tema que es super relevante en la película que tiene que ver con lo sociopolítico, en el sentido de justicia, y también lo que pasaba en esa época, que es una temática que es transversal y que podemos traspasar a lo que sucede hoy en día también. Todo este tema de que es una sociedad que vive en estos conflictos cuando no se hace justicia ¿Cómo fue también abordarlo?
La película lógicamente narra un hecho que pareciera ser muy particular, sucedido en 1880, en Chiloé, que cuando uno lo escucha por primera vez, tiene una particularidad muy grande que ocurre en la Recta Provincia, en Chiloé. Puede ser difícil de traspasar inmediatamente a otros territorios o a otras realidades, sobre todo porque uno tiene que ser muy cuidadoso con cada lugar que tiene conflictos y esas historias tienen sus propias particularidades. En esos movimientos de traspasar rápidamente puede generar ciertos ruidos, pero sin duda hay ciertos elementos que hacen eco y que básicamente tienen que ver con los procesos de colonización. Yo creo que esos procesos de colonización, también por parte del Estado, como de qué manera domesticar, a partir de una lógica moderna, ciertos territorios y de qué manera eso va a generando fricciones o va generando problemática, va tensionando, va haciendo imposible la convivencia de cosmovisiones distintas, bajo la idea de un país. Es sumamente complejo, es un desafío bien grande contemporáneo, de cómo poder cohabitar o coexistir cuando hay visiones de mundos y formas de existir tan distintas. Es algo que son desafíos para los Estados modernos, de cómo poder tramitar, de qué manera hacer convivir eso, dándole el espacio a todos. El Estado de chile y la República de Chile ha fracasado constantemente en esa búsqueda. Asimismo, cuando hemos mostrado esta película en otras partes, creo que resuenan las historias de colonización que han sucedido en Latinoamérica, sin duda, y también en Europa, a veces visto desde el otro lado, pero que igual de cierta manera son parte de este mismo proceso que no está acabado tampoco. Yo creo que es un proceso que al menos en Chile, o que tiene que ver con la República y la colonización alemana en el sur, es un proceso del siglo XIX, yo creo que son procesos que siguen con sus heridas abiertas, y son procesos que siguen abiertos y que sería urgente cerrar.
¿Cómo fue hacer la película producida por Fábula?
Al ser un proyecto muy desafiante en términos narrativos, de producción, de contar una historia de época, de filmar la película en Chiloé, para mí era bien importante que la película fuera fruto de un trabajo en conjunto con una productora con experiencia, con una productora que, desde muy tempranamente en el proyecto, fuera parte de él también desde lo creativo, también en la producción. Desde el inicio del proyecto, cuando el proyecto era unas breves líneas, se empezó a desarrollar en conjunto con Fábula y todo el equipo. Fue un trabajo, al menos para mí, bien interesante, bien potente, muy rico, libre, de poder encontrar esta historia. También poder llegar a puerto con todos los desafíos que implicaba, y en ese caso, creo que para un director es super importante tener un equipo sólido, con estructura, un equipo responsable. Sobre todo, apasionado por el proyecto. Desde muy tempranamente, ellos se vincularon con la idea de contar esta historia, con su relevancia temática contemporánea, también. Fue un proceso muy interesante, nutritivo y colectivo, con todo el equipo. Para mí, fue un gran proceso que nos tiene a todos bien contentos.
Esta película tiene mucho que ver con la condición humana. ¿Cómo ves la proyección de la película? Es una película super chilena, pero que al mismo tiempo es una historia de colonización que puede ser totalmente universal. ¿Cómo estos temas pueden resonar internacionalmente?
Yo creo que son procesos que se han dado de manera sistemática y violenta, a lo largo de todo el mundo. Los procesos de colonización en África, en todo Latinoamérica, cada una con sus propias complejidades. Basta con revisar la historia reciente y se da cuenta que esta lógica de imposición, de cosmovisiones, de formas de concebir el mundo, de formas de pensar, están profundamente enraizados en nuestra cultura y en nuestra historia. La película se estrenó en México y lleva 5 semanas en cartelera, y uno recibe los comentarios ahí, y por lo que he ido conversando con el público, también con la prensa y con las críticas, y uno entiende que rápidamente uno puede conectarlo, pese a su particularidad, con esos procesos propios. También ha sido interesante cuando se mostró la película en Sundance, en el estado de Utah, que también tienen una historia sobre eso o en Suecia. Son procesos que de alguna manera siempre están en la construcción de los Estados modernos. Yo creo que hace que la película, pese a la particularidad que tiene por estar situado donde está, va tocando esos temas universales. Yo creo que eso es fundamental para el cine, yo creo que el cine tiene esa bonita tensión, tiene un vínculo de algo que tiene que ser muy particular, porque también nos permite abrirnos a algo que no conocemos, pero a medida que lo vamos descubriendo, vamos tocando temáticas que son universales, y que también nos van haciendo empatizar y nos van conectando con los propios procesos que uno ha vivido en esa particularidad. Cuando esas dos cosas están en sintonía o sincronía, creo que ahí se produce la brujería cinematográfica también. Yo creo que también ha sido interesante poder percibir esas lecturas más allá del territorio nacional.
¿Qué se viene para la película? ¿Cuál es el recorrido?
Sí, la película todavía está en cartelera, acá en Chile. También está en cartelera en México. Esperamos prontamente también que esté en Francia. Ahora viene un recorrido por festivales, que han estado invitando a la película, que nos tiene bien contentos, pero también en Chile, que ha sido muy bonito ver como la película está siendo invitada a distintos territorios a lo largo del país, más allá de los festivales y más allá de la exhibición tradicional. Eso a mí me tiene bien contento, porque cuando eso empieza a suceder, es porque algo está resonando. Eso está pasando en distintas partes, y sobre todo en Chiloé, lo que a mí me tiene contento. La película se ha mostrado gratuitamente para la comunidad ahí en Castro, ya vamos en la quinta función en la que se ha llenado todas las funciones, en un teatro grande de más de 300 personas. Se va a mostrar prontamente en centro cultural de Ancud, en un colegio en Quellón, en Dalcahue, en juntas de vecinos. Se ha generado un ánimo de ver la película que a mí me tiene bien contento. Lo que nos queda ahora es seguir empujando, porque lo más importante es que la película se vea en la mayor cantidad de localidades. También invitar a la gente que aproveche que todavía está en cartelera para ir a verla, porque es importante verla en pantalla grande.
FICHA TÉCNICA BRUJERÍA
Título: Brujería
Género: Ficción
Subgénero: Suspenso
Formato: Largometraje
Idioma: Español, Mapudungún, Alemán
Duración: 100 minutos
Dirección: Christopher Murray
Guion: Christopher Murray, Pablo Paredes
Música: Leonardo Heiblum
Fotografía: María Secco
Reparto: Sebastian Hülk, Daniel Antivilo, Valentina Véliz, Daniel Muñoz, Neddiel Muñoz Millalonco.
Países: Chile, México, Alemania
Casa productora: Fábula
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